La temporada 1984/85 el entrenador siguió siendo Roberto Gil, hombre de la casa y exfutbolista del equipo, ya que la situación económica no permitía mucho más. En ese marco, la maniobra constituye una infracción al régimen de equipaje en los términos del artículo 977 del Código Aduanero, por lo cual, a la espera de la decisión del tribunal administrativo, la Aduana secuestró la mercadería.