Peseiro no las tuvo todas consigo, ya que antes de arrancar la eliminatoria, la selección se encontraba «debilitada» desde lo interno -la comprobación de actos de corrupción en la federación, la intervención del Estado venezolano, la quejas de los jugadores por premios que no fueron cancelados, así como la disputa en el seno de la federación, hicieron que en septiembre de 2020 la FIFA interviniera instalando una «Junta Normalizadora» ante la imposibilidad de la Federación Venezolana de Fútbol-.