Ocurrió en la final de la FA Cup de 1988. Llegaba el gran favorito, el Liverpool, que acababa de proclamarse campeón de Liga, dirigido en el banquillo por Kenny Dalgish y con jugadores en su plantilla como Beardsley, Aldridge, Barnes o Grobbelaar. Este grupo de jugadores, como no podía ser de otra forma, tuvo su gran momento de gloria, que los convirtió en inmortales. En segundo lugar, encontramos las sudaderas personalizadas, ya que al igual que las camisetas, estas son también una prenda muy usada por la población en general.