Obviando este siniestro detalle, no era una camiseta fea, o en su defecto no tan fea como otras que se han visto en este blog. Y si a los ultras del equipo en cuestión les tiraba más la izquierda como era el caso, pues el lío era inevitable. Tremenda pifia la de esta camiseta, a saber en qué estarían pensando los diseñadores para que les saliera tal resultado. Suele suceder que los diseñadores se quieren pasar de guays y terminan haciendo camisetas a las que les falta poco para provocar desprendimiento de retinas.